2.1- El individuo y la Socialización

Tema 2.1:
EL INDIVIDUO Y LA SOCIALIZACION*
HUACHO -- PERU. 2004

INTRODUCCION

El individuo es mucho más que un mero conjunto de costumbres, creencias, objetivos valores, respuestas emocionales o actitudes, que responden siempre a patrones culturales.
Aristóteles consideró al individuo como “sustancia primera”, a diferencia del género o especie, a los que denominó “sustancia segunda”. Para Aristóteles, cada individuo cuenta con un patrón o modelo innato cuya meta o ‘causa final’ es su pleno desarrollo. Aristóteles dijo el individuo es, en el primer sentido, la especie, ya que siendo resultado de la división del género, a su vez no puede ser dividido. Para caracterizar al individuo en la determinación de su indivisibilidad, los lógicos del siglo V agregan la determinación de la impredicabilidad.

Socialización, proceso mediante el cual el individuo adopta los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad.
Los psicólogos sociales que estudian el fenómeno de la socialización—proceso de adaptarse o formarse para un medio social específico— están interesados en cómo los individuos aprenden las reglas que regulan su conducta con los demás en la sociedad, los grupos de los que son miembros y los individuos con los que entran en contacto. Las cuestiones sobre cómo los niños aprenden el lenguaje, los roles sexuales y los principios éticos y, en general, cómo adoptan una conducta de adaptación, han sido objeto de intensas investigaciones. Así mismo se han estudiado ampliamente los métodos por los cuales los adultos aprenden también a adaptar sus pautas de conducta cuando se enfrentan a nuevas situaciones.
Con el presente trabajo tenemos diversos conceptos de individuo y socialización que nos permita mas enriquecernos nuestra cultura y así ver el mundo con otro punto de vista.
Esperamos que este material les sirva de mucho a todas las personas que tengan la oportunidad de apreciar y analizar estos temas de interés.


EL INDIVIDUO Y LA SOCIALIZACION

Diversos conceptos de Individuo:
* Individuo (del latín in-dividuus, ‘no dividido’), cada ser concreto, indivisible en sí y separado de los demás. El individuo es el ser único en la particularidad de su existir.
* Sujeto concreto, determinado, que forma un todo reconocible;, y que es una realidad dad por la experiencia interna o externa.
* En sociología, es la persona considerada de forma aislada en relación con la sociedad.
* Los individuos constan de distintas partes, se hallan en relación con el entorno y entre sí y se distinguen de los otros por tener cada uno su propio tiempo, espacio, origen y destino. Como ser único, el individuo contrasta con la pluralidad de seres únicos.
* Sócrates dice: lo que no se puede predicar de otros casos similares.
* Aristóteles consideró al individuo como “sustancia primera”, a diferencia del género o especie, a los que denominó “sustancia segunda”. Para Aristóteles, cada individuo cuenta con un patrón o modelo innato cuya meta o ‘causa final’ es su pleno desarrollo. Aristóteles dijo el individuo es, en el primer sentido, la especie, ya que siendo resultado de la división del género, a su vez no puede ser dividido. Para caracterizar al individuo en la determinación de su indivisibilidad, los lógicos del siglo V agregan la determinación de la impredicabilidad.
* Heráclito mantuvo que la virtud ética consistía en la subordinación del individuo a las leyes de una armonía razonable y universal.
* Según Hegel, el individuo es íntegro sólo en la medida en que mantiene relaciones sociales y es su sometimiento a la voluntad general, cuya manifestación es el Estado, su más alta expresión ética. Desde el punto de vista del concepto de Individuo como infinitud de determinaciones, Hegel podía hablar por cierto de individuo universal, ya que una infinitud de determinaciones puede ser justo sólo de un individuo absoluto o infinito. Frente a él el individuo finito se caracteriza, como dice Hegel, por una sola determinación, ante la cual los otros están presentes sólo como escorzas.
* Bergson hace referencia al mismo concepto de individuo, al afirmar que la “individualidad comporta una infinitud de grados y que es ninguna parte, ni siquiera en el hombre, está realizada plenamente”.
* En la filosofía contemporánea, el individuo, por lo tanto, como noción análoga de elementos, es definido con referencias a las exigencias que prevalecen en diferentes campos de investigación o, mejor aun, respecto a diferentes exigencias analíticas.
* En el campo moral o político el individuo es la persona.
* En el campo biológico, el individuo, puede ser para ciertas finalidades el organismo, para otros la célula. Pero es, sobre todo en el campo de las ciencias históricas donde la noción del individuo ha sido utilizada para la filosofía y por la metodología contemporánea. El individuo, que en este caso es el hecho histórico (hecho, persona, institución, etc) se caracteriza, desde este punto de vista, por la singularidad y la irrepetibilidad.
* Para Martin Heidegger, sin embargo, el individuo está siempre en peligro de ser sumergido por el mundo de los objetos y el comportamiento superficial y convencional de la multitud.
* Jacques Maritain, filósofo francés de este siglo, postuló una doctrina en la que establecía diferencias conceptuales entre individuo y persona. Según Maritain, “el hombre como individuo constituye un universo aparte y un todo independiente, y el hombre como persona es parte de la estructura social y está ordenado al bien común.
* El individuo es mucho más que un mero conjunto de costumbres, creencias, objetivos valores, respuestas emocionales o actitudes, que responden siempre a patrones culturales.
* En sentido físico: lo indivisible, o sea lo que no puede ser ulteriormente reducido mediante un procedimientote análisis.
* En sentido lógico: lo imprendicable, lo que no se puede predicar de pluralidad de cosas. Si se dispone de una serie de términos en una jerarquía de géneros y especies subordinadas, se llama individuo al ser representado por el término inferior de esta serie, que no designa un concepto general y no recibe ya una división lógica.
* Dice Boecio: “Se denomina individuo a lo que no se puede dividir por nada, como la unidad, la mente a lo que no se puede dividir por su solidez, como el diamante o, también, los que no se puede predicar de otras cosas similares, como Sócrates.
* Duns Scoto dice: “individuo o sea uno en número, se dice a lo que no es divisible en muchos casos y que se distingue numéricamente de toda otra”.

Características del Individuo

* Cooley dice: durante la infancia, el periodo mas plástico del desarrollo, el individuo es fundamentalmente miembro de esos grupos; dentro de ellos, adquiere los sentimientos y características básicamente humanos, al mismo tiempo que aprende los modos de vida de su sociedad. (Estos grupos son “primarios” porque son “esenciales” para determinar la naturaleza social y los ideales del individuo; son “la casa cuna de la naturaleza humana”.
* A través del lenguaje, que posee sin lugar a dudas un carácter social, el individuo obtiene las ideas que adopta como propias. Actitud con que cada individuo considera su propio carácter – físico, psicológico, social - , puede cambiar significativamente ante la actitud de los demás.
* El individuo, dice Mead, se experimenta a “sí-mismo” no directa, sino indirectamente a través de las opiniones de otros miembros individuales de su mismo grupo social o desde el punto de vista generalizado del grupo social al que pertenece.
* El conocido psicólogo suizo Jean Piaget resumió los resultados de un estudio meticuloso y arduo sobre la conducta infantil, con las palabras siguientes: “La vida social es necesaria si el individuo pretende tomar conciencia de su propia mentalidad”.
* Sólo que la influencia de la cultura y la sociedad sobre la personalidad y el individuo no se limita a los primeros años de vida y el proceso de socialización; ningún individuo se evade de su ambiente social.
* La estrecha relación que existe entre el individuo y su medio social hace posible explicar algunos aspectos de la conducta humana sin acudir directamente a referencias de carácter psicológico. La mayor parte de la gente está tan socializada que tiende a imitar las normas de los grupos a que pertenece; y con excepción de los casos en que se producen presiones psicológicas o sociales que señalan lo contrario, basta saber el tipo de grupo al que el individuo se ha asociado para predecir o establecer algunas de sus acciones.

El Individuo como producto Social

A grandes rasgos, el individuo puede considerarse como un producto de su sociedad y su cultura. Al nacer, el niño recibe como herencia algunos patrones fijos de conducta, y, en primer término, las respuestas automáticas conocidas como reflejos: agarrar, chupar, parpadear, reflejo rotular, etc.; posee un aparato físico mas o menos determinado y puede crecer y madurar. Es capaz de aprender y este hecho es distintivo del organismo humano; tiene impulsos y necesidades – hambre y alimento, sed y bebida, libido y satisfacción sexual, así como todas las potencialidades de respuestas emocionales: enojo, temor, amor, odio. Pero los rasgos genéticos y las potencialidades individuales sólo se desarrollan y adquieren forma dentro de una experiencia en el ámbito social. Lo que se come, cuándo y cómo, si se emplea leche de cabra, agua de coco, o vino para saciar la sed, con quien se asegura la satisfacción sexual y los objetos y naturaleza de las respuestas emocionales, depende de la cultura y de la estructura de la sociedad.

Diversos conceptos de Socialización:

* Socialización, proceso mediante el cual el individuo adopta los elementos socioculturales de su medio ambiente y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad.
* En psicología infantil, es el proceso por el cual el niño, aprende a diferenciar lo aceptable de lo inaceptable en su comportamiento. La psicología social está interesada en cómo los individuos aprenden las reglas que regulan su comportamiento social.
* En antropología, es el proceso por el cual se transmite cultura de una generación a otra.
* La primera infancia es el periodo en el que tiene lugar el proceso de socialización más intenso, cuando el ser humano es más apto para aprender. Sin embargo, la socialización del niño durante la infancia no constituye en sí una preparación suficiente y perfecta, sino que a medida que crece y se desarrolla su medio ambiente podrá variar exigiéndole nuevos tipos de comportamiento. Procesos de socialización de adultos pueden ser provocados por la movilidad social o geográfica, que implican la adaptación a nuevos modos culturales, sociales o profesionales.
* El psicólogo suizo Jean Piaget estudió la influencia de la herencia biológica y del medio externo en el desarrollo psíquico e intelectual del niño, y señaló la existencia de diferentes etapas en su evolución.
* Los antropólogos comienzan a interesarse por el aspecto cultural de la socialización a partir de la publicación de la obra Tótem y tabú (1913), de Sigmund Freud, aunque algunos reaccionan en contra de la intromisión del psicoanálisis en el campo de la antropología. Sin embargo, en la década de 1920 esta influencia se hace patente en las investigaciones de algunos antropólogos como Margaret Mead, quien estudió las prácticas de crianza como única forma de asegurar la supervivencia de una cultura.
* En el campo de la sociología, George H. Mead y Talcott Parsons estudiaron el proceso de socialización y destacaron la importancia de los roles sociales que cumple el individuo en la sociedad.
* Los psicólogos sociales que estudian el fenómeno de la socialización—proceso de adaptarse o formarse para un medio social específico— están interesados en cómo los individuos aprenden las reglas que regulan su conducta con los demás en la sociedad, los grupos de los que son miembros y los individuos con los que entran en contacto. Las cuestiones sobre cómo los niños aprenden el lenguaje, los roles sexuales y los principios éticos y, en general, cómo adoptan una conducta de adaptación, han sido objeto de intensas investigaciones. Así mismo se han estudiado ampliamente los métodos por los cuales los adultos aprenden también a adaptar sus pautas de conducta cuando se enfrentan a nuevas situaciones.

1.- Prerrequisitos de la Socialización:

a.- bases bio-psíquicas:
Existen en la especie humana una definida universalidad de ciertas características bio-psíquicas que sirven de sustrato de todo proceso de aprendizaje. Tales atributos se repiten en todas las culturas y en las sociedades mas diferentes, mas no obstante que puede revestir distintas modalidades en su manifestación. Como enseñaba Kimball Young, hay una distribución generalizada de las mismas virtualidades y potencialidades que, en lo esencial, sirven de punto de partida para el aprendizaje de los niños.
Primero. Todos tienen las mismas exigencias y necesidades fundamentales, es decir, impulsos originarios u orgánicos que constituyen demandas básicas: oxígeno, líquido, alimento, descanso, sueno, excreción, sexo, protección contra danos, calor, frío, etc. La cultura, obviamente, puede alterarlos en su expresión e incluso variar el modo de satisfacerlos.
Segundo. El sistema nervioso, la dotación glandular y las características musculares son casi iguales o semejantes en cuanta estructura y función, aunque existen diferencias individuales y son diversamente afectados por el medio ambiente.
Tercero. Todos poseen medios similares de aprendizaje en lo que se refiere a la organización estructural del sistema neuromuscular; aunque existen diferencias en cuanto capacidad, suponiendo para todos una inteligencia normal, los elementos del proceso cognoscitivo permanecen esencialmente los mismos.
Es evidente que sin esas bases biopsicológicas para todo proceso de aprendizaje no habría ningún fenómeno de socialización. Sin embargo, es de advertir que cualquier atributo no desarrollará por sí mismos las virtualidades y potencialidades conducentes a ese resultado. Como prueba la existencia de niños lobos, que de vez en cuando aparece entre las noticias pintorescas de los periódicos, las capacidades del hombre sólo se desenvuelve y cobra realidad plena en un medio adecuado y culturalmente humano. Kingsley Davis puntualiza que el individuo, antes de empezar con dicho proceso, cuando el siguiente equipo orgánico:
Primero. Reflejo, que, en cuantas respuestas no aprendidas, automáticos y regidos, muchos casos inmodificables y difícilmente constituibles en base del aprendizaje social. La razón es que ello requiere reacciones más complejas y formas de conducta más variables que fijas.
Segundo. Instintos que originados en impulsos o apetitos, entrañan actos fijos, mecánicos, hereditarios y propios de la especie por tanto, sin la plasticidad requerida para el aprendizaje. Debe señalarse que el ser humano, en el momento de su nacimiento, es probable no tenga un instinto completo, sino sólo algunos de sus elementos.
Tercero. Tendencias que, en cuanto fuerza dinámica conductual frente a una gama amplia de estímulos, mueven el organismo así la satisfacción de sus necesidades y proporcionan una cabecera de puente para el proceso de socialización. A diferencia del instinto, que solo responden a específicas acciones del medio ambiente, ellas impelen al niño en situaciones más complejas y de gran variabilidad.
Cuarto. Capacidades que, como la inteligencia, son atributos importantes del hombre y permiten compensar las limitaciones del cuerpo y desarrollar las propias potencialidades.
La vitalidad del aprendizaje fluye en el hombre de una especial maduración y estructura neuronales. Resultante de una larga evolución biológica y producto histórico de la interacción entre el hombre y el medio expresa, en fases mas complejas del desarrollo humano, la acción de trabajo sobre los objetos naturales para transformarlos en instrumentos y, a su vez, la de estos sobre aquel.
Tal capacidad adquirida hace posible que los seres humanos puedan crear, desenvolver y portar la cultura, condición sin la cual tampoco tendría lugar el proceso de socialización, es de subrayar, no es ilimitada en cuanto potencialidad individual, pero es superior y compleja en relación a la de otros animales. Considerada socialmente puede ser ensanchada y sobrepujada por el carácter de la trasmisión cultural, que opera acumulativa y selectivamente sobre los productos históricos del conocimiento y experiencias humanos.

b.- Los procesos iniciales de socialización:

Desde el momento del nacimiento, o poco después, la criatura produce reacciones semejantes a reflejos, aunque mas complejos, que las expresara “al primer estímulo adecuado que el ambiente le suministre. Es probable que los objetos que producen estas respuestas se conviertan en objetos de apego”. Este es el fenómeno conocido como improntación, mecanismo por el cual el nuevo ser, esencialmente plástico, es susceptible de afección en sus fibras neuronales, a manera de huellas o engramas, por una acción exterior específica de carácter gráficamente. Mas adelante el bebé sonríe, patalea, produce balbuceos en interacción con la madre que estimula estos actos primitivos, ella le permite jugar con su pelo y dedos; le proporciona también alimentos, alivio de dolor, sensaciones táctiles agradables que provocan la reducción de las molestias causadas por el hambre, las sed, la liberación de los propios impulsos biológicos. Pues bien, la compatibilidad emergente entre las mutualidades conductuales o la educación establecida entre la estimulación exterior y solicitaciones convierte a quien asiste al infante en “objeto” de éste, es decir, de su apego. La consolidación del proceso de improntación tiene dos consecuencias importantes.
Primero. Las repuestas del niño ante las acciones de quien le dispensa cuidados, particularmente la madre, se extiende a otras personas según el principio de generalización. Las reacciones ante una clase de estímulos probablemente, generarán conductas semejantes frente a los objetos que son parecidos, pero no cuando son muy diferentes. Al respecto, Musen y sus colegas han informado sobre el siguiente experimento: se formaron dos grupos de infantes, de ocho miembros cada uno, el primer conjunto recibió un tratamiento cariñoso, de conformidad con la pauta de “la madre verdadera”, el segundo, una atención rutinaria y muda, sin expresión de afectos. Ahora bien, los resultados revelaron que aquellos que fueron objetos de cuidado, de acuerdo con los patrones de madre prodigante de gratificaciones, mostraban en sus conductas más respuestas sociales que los otros “ignorados”.
Segundo. Se establece una imagen mental bien articulada de la cara, forma y voz de quien hace el papel de madre verdadera. Hecho que significa que el desarrollo mental consiste, en gran medida en el desarrollo de esquemas correspondientes a objetos y acontecimientos. A medida que los mismos se van estableciendo más firmemente el infante tropieza con estímulos que discrepan un poco, pero que guardan una semejanza parcial con su esquema particular. Este fenómeno resultante del proceso de apego crea en el niño dos clases de ansiedades principales: el temor al extraño, precisamente, debido a la incompatibilidad de engrama antiguo con el nuevo y el miedo a la separación, que amenaza romper sus enlaces mentales ya constituidos.
El mecanismo de apego o improntacion constituye, evidentemente, la base muy primaria de la socialización, operante todavía a un nivel biopsicológico, un fenómeno más pertinente de la respuesta animal.

Para que se produzca el proceso de socialización es necesario del objeto. Ello representa las siguientes características:
a) En el nivel fisiológico, es un grupo de células concatenadas en el cerebro; es decir, un conjunto de huellas dejadas por las experiencias o las estimulaciones del mundo exterior. constituye el campo somático en que se producen los engramas, la improntación o el apego.
b) Psicológicamente, reviste los aspectos: 1ero. Es un “mapa cognoscitivo” correspondiente a un objeto exterior o una clase de objetos; y 2do. Contiene una carga potencial de energía potencial de energía motivacional.

Ahora bien, este objeto internalizado es un mapa cognoscitivo porque representa algo exterior que son cosas, personas, etc., su estructura presenta partes interrelacionadas de un modo análogo a la realidad, de tal manera que partiendo de uno de sus componentes es posible predecir los otros.
También es carga motivacional, por un lado, porque tiene una determinada dirección de salida y lleva a aproximarse o evitar el objeto exterior; y, por otro, está lleno de significados para la vida emocional de la persona.

Parsons ha puntualizado las condiciones sin las cuales realmente no se daría el proceso de socialización: a) la plasticidad del niño, una manera de expresar su capacidad de aprender roles sociales; b) su sensibilidad, que puede entenderse como la virtualidad de vinculación para la interacción significativa con los otros; y c) su dependencia, una forma de describir la situación de organismo indefenso que lleva, en lo posible, a alcanzar las mas elementales gratificaciones consistentes en alimento, calor, protección, etc., pero cuyas concesiones proceden de los demás.
Dadas las primeras condiciones, plasticidad y sensibilidad, la última constituye, indudablemente, el punto de apoyo de la socialización. Es necesario puntualizar el inicio de adopción de roles durante este proceso y a modo de resumen, si puede permitírsenos:

Primero. El agente socializador comienza siendo un sujeto que dispensa recompensas, implícitamente al inicio y, posteriormente, en forma explícita, proporciona castigos. El niño toma en cuenta este rol adulto para su orientación motivacional y, consiguientemente, asegura o procura ganar gratificaciones evitándolas estimulaciones desagradables. De este modo empieza a desempeñar un papel no ser un mero objeto de cuidados y prodigación de atenciones.

Segundo. La capacidad de vinculación se establece mucho antes que el atributo de la imitación se generalice, según demuestren los estudios de improntacción o apego, debido a que antes, es necesaria la madurez fisiológica. Su importancia es doble, por un lado, las formas iniciales y difusas, como se ha dicho anteriormente, constituyen las bases del sistema de seguridad del niño, en virtud de las cuales el socializado se encuentra en aptitud de desarrollar una cierta tolerancia a la frustración por otro, su puesta en acción significa que el infante ya no es meramente una caja receptiva de las estimulaciones de la madre sino que ha aprendido a responderle.

Tercero. Como quiera que el infante se ha vuelto sensible a las gratificaciones procedentes del agradable contacto físico, al mamar y al recibir los mismos y otras respuestas de la madre, surge un “foco trascendental de dependencia de expectativas de rol en una primera fase de socialización”; es decir, se establece una mutualidad interactiva en que las solicitaciones biopsicológicas del niño son satisfechas por voluntad de una persona centralmente importante.

Cuarto. En este contexto el proceso de socialización puede, unas veces, suscitar o incitar al niño hacia la pasividad, o bien estimularle; otras, motivar la interrelación de simetría reciproca de receptividad y respuesta

Los procesos iniciales de socialización tienen lugar dentro del marco de la familia, esencialmente. Su significación para la salud psicológica y mental ha sido reiterada muchas veces. El ser humano es social, genéricamente. En consecuencia el ser humano nace en medio de una interacción esencialmente social, perdura por ella y no involuciona sino, más bien, se desarrolla por la cultura que ese entorno contiene.

2.- Naturaleza de la Socialización:

a.- significación y deslinde conceptual:
Los temas de socialización siempre fueron ámbitos seculares de antropólogos, sociólogos, psicólogos, y psiquiatras. Pero no hay que olvidar que preocupaciones relacionadas con intereses teóricos, caso de los dos primeros, y de orden terapéutico como en los dos últimos, condujeron a la exploración de problemas formativos en distintas escalas sociales y culturales, marcos familiares, contextos de desarrollo psicobiológico y dimensiones de desviación normativa. De este modo la ciencia de la educación recibía y sigue recibiendo los aportes de las teorías sociales conexas, cada una de las cuales incide de alguna manera, directa o indirectamente, sobre campos que lo son sustantivamente propios.
El término socialización, de procedencia durkheniana, en sentido más estricto se refiere al proceso psico-social por el cual el niño es incorporado a la sociedad mediante el aprendizaje de pautas culturales. En sentido lato, significa ese aprendizaje durante todo el curso de la vida, desde el nacimiento hasta la muerte y sirve a la adaptación y desarrollo del hombre dentro de los grupos sociales particulares en que participa.
Pueden observarse, las diversas definiciones de socialización toman ya la perspectiva de lo social, ora de lo cultural como marcos referenciales; hecho que no hace sino mencionar las implicancias mutuas y complementarias existentes entre ambas realidades, sólo analíticamente separables.
Así, Parsons dice, la socialización es el aprendizaje de toda clase de orientaciones de significación funcional que hace posible la continuidad de un sistema de expectativas de roles complementarios, es decir, de papeles sociales diversos que deben ajustarse mutuamente para la persistencia de la sociedad. Concepto seguido por Jonson, como capacitación de un individuo para realizar roles sociales, precisa que a cultura es lo que se aprende. En el mismo sentido Sibutani afirma, al referirse a esos procesos mediante los cuales los recién llegados aprenden a participar eficazmente en los grupos sociales.
En la dirección antropológica, Musen sostiene que la socialización consiste “en guiar al niño en la adquisición de las características de personalidad de las conducta de los valores y de los motivos que la cultura considera adecuados”. Asimismo, M. Florence Martin dice, es el “proceso de incorporación a la cultura que se refiere a las creencias, formas de sensibilidad, preferencias y normas de acción que el grupo que las compone transmite al niño por la imitación, educación y condicionamiento. Todo niño recibe originariamente la cultura tal como la sustenta la familia”. Herskovits prefiere el término ”endoculturación” y reitera: “no sólo abarca la preparación que recibe de las manos de otros, sino también la asimilación de elementos de su cultura que adquiere sin dirección, por medio de sus propios poderes de observación y de imitación”.
Debemos tener presente, la socialización al igual que el aprendizaje dura toda la vida. El aspecto del desarrollo del niño es tan sólo el más dramático, debido a que existe mucho camino por recorrer. A medida que el organismo se adapta a las exigencias de cada situación, nuevas pautas de conducta se van formando y se van añadiendo al repertorio de lo aprendido anteriormente. Es pues, un proceso continuo a lo largo de toda la vida en que cada adquisición, muchas veces, implica la reorganización de la conducta total, conservándose las fundamentales huellas de la experiencia infantil en todo recorrido de la curva vital.

Todos los estudios de socialización enfatizan la importancia de los primeros años infantiles. Parsons es explícito a este respecto: “Existen razones para creer – dice – que entre los elementos de personalidad que se han aprendido, en cierto sentido puede decirse que los mas estables y duraderos son las principales pautas que se trazan en la niñez y en la mayoría de los casos no se ven sujetas las alteraciones drásticas durante toda la vida adulta”.
Precisamente, el hecho de que esa experiencia y aprendizaje primario repercuten con huellas indelebles para la personalidad adulta, hace intrigante e interesante el estudio de la socialización; sobre todo, cuando hay un contenido, que se sabe inmenso e inexplorado, cuyo misterio va develándose se conforme desarrollan las ciencias humanas.

b.- características de la socialización:

Intentando alguna sistematización en el estudio de la socialización, puede indicarse las características que siguen:

Primero. Comporta un aspecto planificado y otro no planificado, en otros términos, asume no sólo el carácter de proceso racional, sino también de espontáneo. Afirma Barber, el mecanismo de socialización, unas veces, está formalmente organizado cual sucede, en los sistemas escolares de la sociedad industrial moderna. Pero, otras, y en grave parte, tanto en las sociedades actuales como en las antiguas, tiene lugar a través de un proceso informal, sin instituciones escolares o establecimiento de estudio. En lo que respecta al primero, existe intención y efectos queridos por los agentes socializadores: la aprobación o desaprobación de la conducta del niño lleva la idea de conformar su comportamiento al código del grupo social o de la colectividad global, según los fines y objetivos de un país; significa la búsqueda reflexiva de la realización de valores y sustento práctico de vigencias de un sistema social en concreto.

Segundo. Es un proceso que se consustancia con el carácter de la estructura social, el decir, con sus rigidez o flexibilidad para la movilidad social. Como explica Kingsley Davis, una sociedad pequeña relativamente homogénea o poco referenciada acentúa las posiciones sociales que se otorgan por el hecho del nacimiento, edad, sexo, etc., en ella la transferencia cultural se lleva a cabo de modo sencillo mediante la asociación cotidiana con los adultos. La socialización para los status especializados tiene lugar informalmente bajo la dirección o acción de las personas detentadoras de posiciones importantes: jefes, ancianos, progenitores, así resulta que en esas colectividades, el hijo es la imagen del padre y la hija de la madre.

Tercero. Es un proceso psíquico y a la vez social. Bernard Barber dice al respecto: “no hay que entender la socialización exclusivamente como un proceso individual o psicológico. Aunque la socialización resulta afectada de algún motivo por la personalidad de los padres y consiste, en parte, en desarrollo de la personalidad del niño, es también un proceso social. Como hay que aprender la mayor parte de la conducta, y como la sociedad tiene un interés evidente de la conducta de sus individuos, la socialización es uno de los problemas funcionales inevitables en todas las sociedades y en todos los subgrupos de una sociedad.

Cuarto. Es un proceso que establece pautas de conducta como soluciones a los problemas confrontados en el diario existir. Cada persona enfrenta una serie única de problemas que las resuelve a su propio modo singular, pero, debido al intercambio cultural toda práctica acertada y expeditiva pasa a integrar el bagaje del conocimiento social.

Quinto. La socialización tiene lugar siempre dentro del marco de la interacción e implica adopción de roles y penetración en sus esferas cognoscitivas. Sus mecanismos obran únicamente cuando el aprendizaje se lleva a cabo dentro del proceso de interrelación, es decir, en el lenguaje parsoniano, sólo cuando se constituye los roles complementarios en el comercio reciproco de socializador en el socializado.

Sexto. La socialización es un proceso que lleva siempre a la “identificación”. Los roles son normas, obligaciones, pautas de conducta, cuyo cumplimiento exige dos condiciones previas: internalización e identificación.

La internalización, término acuñado por George Mead y de gran fortuna en las Ciencias Sociales, significa que patrones, en principio, exteriores al niño son interiorizados o transferidos al fondo subconsciente del individuo. Tales pautas de comportamiento son elemento normastivos de la sociedad, global o particular en que el niño se desarrolla; en un comienzo son ajenas o heterónomas al infante, pero que en el curso del proceso de socialización se convierte en componentes de la personalidad adulta.

La identificación es todo un proceso, e indica que no basta la internalización si no, además, debe darse en el hecho de esa real apropiación interna de las normas por parte del socializado, de tal manera que el sujeto la sienta como efectivamente suyas para que su comportamiento exprese un autocontrol y acción autónoma cuyo fundamentos descansan en el y no en los demás. En consecuencia, no puede existir una verdadera socialización si no se produce una internalización de normas y una concomitante identificación con las mismas.

Sétimo. La socialización comporta dos niveles básicos de realización. Uno temprano y el mas importante, cuyo escenario es el seno de la familia en que el niño aprende las bases de sus orientaciones futuras. Esta etapa de la vida humana repercute crucialmente para la personalidad adulta.

El otro nivel la socialización secundaria, consiste en la internalizacion de “sub- mundos” institucionales, cuyo alcance y significación proviene de la división del trabajo y la paralela distribución del conocimiento especializado. Puede definírsela también como la adquisición de técnicas o prácticas especificas que corresponden a la ejecución de los diversos papeles sociales.

c.- etapas y áreas de la socialización:

La socializaciones un proceso que cubre áreas referidas al entrenamiento psico- motor, zonas de expresión afectiva y control interior, surgimiento del dominio de conocimientos y habilidades, y mecanismos de ajuste social y personal. Young considera importantes, los siguientes aspectos:

Primero. Hábitos referentes a la alimentación, sueño, eliminación, sexualidad y otros impulsos conexos. En esta área es donde se impone las primeras fundamentales normas de disciplina y autoridad con sus correspondientes tipos de castigos. Tales controles, en algunas sociedades o grupos consisten en ligeras reprimendas o contención de afectos, en otras, son severas y desproporcionadas, pues importa puniciones físicas o el uso violento de la fuerza.

Segundo. Control de frustración. La imposición de las prácticas mencionadas origina en los niños distintos grados de bloqueos psíquicos y variados formas de expresión y de cargas y tensiones afectivas. Estas pueden asumir modos naturales y básicos como en la agresión franca, aunque también son susceptibles de canalización hacia modalidades indirectas de desplazamiento, transferencia y fantasía.

Tercero. Amor y Simpatía. Las interacciones básicas entre padres e hijos generan, sin son adecuadas y normales, sentimientos perdurables y delicados como el cariño, la ternura y otras afecciones agradables. Dichas respuestas ponen las bases para la bondad y la cooperación, a la vez, proporcionan seguridad emocional y fortalece que permite desarrollar la tolerancia a la frustración. Ambos sentimientos se sostiene mutuamente.

Cuarto. Control Moral. La regulación de los hábitos básicos mediante el manejo de la frustración y la prodigación de afectos se relacionan con las distintas sanciones morales y vigencias normativas. Estas prácticas en un comienzo toman la forma de castigos, verbales o corporales.

Quinto. Conocimiento y habilidades. La socialización cubre zonas cognitivas, volitivas y particularmente las esferas ideológicas que sirven para las orientaciones y evaluaciones personales. El niño, a medida que crece es instruido en una variedad de conocimientos y habilidades relacionados con en el vecindario, los parientes, la participación en la comunidad, status social, prácticas y creencias religiosas, formas de recreación, etc.

Sexto. El surgimiento del Yo. A partir de ese aprendizaje amplio surge la persona, que se expresa en el sentido de la propia importancia y orgullo y toma cuerpo en las aspiraciones de logro personal, seguridad emocional, conciencia de derechos, responsabilidad y cumplimiento de los deberes para con los demás, en otras palabras emerge el Yo.

Sétimo. Las desviaciones de conducta o anomia. Lo normal y lo anormal están determinados por las pautas, culturalmente, aceptadas y esperadas. Pero la sociedad a través de las agencias de socialización, debe considerar los posibles desajustes referidos a los problemas de conducta de los niños y los adolescentes. En ello se incluye también los trastornos morales y mentales de los adultos, es decir, la desorganización personal que proporciona un estado de panorama social de los valores y la medida aproximada de la adaptación de los individuos a las exigencias de la cultura.

d. la explicación sistemática de Geulen y Hurrelman:

Los estudios sobre el fenómeno de la socialización no han recibido hasta el presente un tratamiento que represente una síntesis de conjunto, es decir, no existe, en el país por los menos, una obra que resuma las diversa cuestiones abordas entorno del tema en cuestión. Sin embargo, en el casi reciente libro del profesor Jorge Capella Riera encontramos expuesto el modelo estructural de Geulen y Hurrelman lo que hacemos un libre traslado.

Según estos autores alemanes la personalidad humana no se desarrolla de independientemente de la sociedad sino que tiene lugar en un medio socio-histórico concreto. Los hechos de carácter psico-somático fundamentales, estructurados y funcionamiento orgánico, potencial germinal, componente instintivo y afectivo, proceso de crecimiento e involución, si bien obedecen a sus propias leyes inmanentes, se estructuran y conforman, mas bien, dentro de un contexto socio- histórico.

Ahora bien, el modelo estructural de Geulen y Hurrelman, según Capella comprende 4 niveles:

Primero. El nivel individual, incluye lo que respecta al desarrollo de la personalidad y el aspecto psico-somático.

Segundo. El nivel relacional, comprende condiciones ambientales inmediatas de situación social y espacio en que vive el hombre.

Tercero. El nivel institucional, en que es posible distinguir, por una lado lo que Bronfenbrenner llama sistema reticular social informal, constituido por grupos pequeños, cuales son: la familia, el parentesco, los amigos, etc.

Cuarto. Finalmente el nivel que corresponde a la estructura económica, tecnológica, política, cultural y social de la sociedad, en tanto contexto global de la socialización. En los sistemas industriales capitalista, por lo menos, la producción económica y condicionamiento social formal del proceso laboral constituye los factores determinantes. Sólo dentro de un marco estructural este proceso puede ser concebido como asimilación y confrontación de patrones de acción y reflexión donde las mismas estructuras psico-sociales aparecen condicionadas o decididas por ese contexto.



3.- Los Mecanismos de Socialización:
a.- modalidad:
Los medios por los cuales opera el aprendizaje social pueden ser designados “mecanismos”. Tales días para Parsons tienen carácter catético-evolutivos debido a que la socialización no se llevaría a cabo si los que intervienen en dicho proceso no mostrasen adhesión y compromiso respecto de los objetivos sociales a internalizar y al mismo tiempo, no se orientase valorativa relación a cualesquiera de las modalidades asumidas, es decir, no tuviesen en cuenta la bondad de los caminos elegidos. Tales mecanismos son:

Primero. Refuerzo-extensión. Principio del condicionamiento clásico, se refiere a la relación de orden más general entre los estímulos de gratificación-deprivación y las respuestas más coherentes dentro de un proceso de conducta. Este mecanismo socializador comienza operar desde el momento en que las primeras vinculaciones tienden a definir un circuito de estímulos-respuestas, y su campos de acción se constituye fundamentalmente por los niveles neuro-fisiológicos del comportamiento infantil; debe tenerse muy en cuenta, aprendizaje simbólico, esto es, la internalización de elementos portadores de ideas y significados, sólo tiene lugar en fases maduras de la vida del niño.

Segundo. Inhibición. Es el proceso por el cual se aprende a reprimir ciertas conductas, no obstante la motivación existente por “una disposición de necesidad” y a pesar de la presencia de una oportunidad de gratificación apropiada. En este sentido, a través de la inhibición se internaliza que determinada recompensas acarrean consecuencias de privación o deberán ser pospuestas en el interés del ajuste con las expectativas de otras personas.

Tercero. Sustitución. Como dice el mismo Parsons, este mecanismo “entraña un proceso de transferencia de catexis de un objeto a otro”. Es decir, significa en primer lugar una especie de renuncia a la adhesión motivacional por las cosas antiguas, y, en segundo termino la capacidad de transferir esa liga efectiva a otras nuevas que contienen en si las posibilidades de proporcionar gratificaciones más o menos equivalentes a las viejas.

Cuarto. Discriminación. Es un mecanismo cognitivo básico, indispensable para la construcción del mundo de objetos. Su acción tiene lugar a lo largo de todos los procesos de aprendizaje y se refiere esencialmente a la capacidad de diferenciar aquellas pautas de conducta u objetos familiares de los que no lo son.

Quinto. Generalización. Es el proceso por el cual el niño aprende a extender sus respuestas a estímulos semejantes y construir, de este modo, grupos de objetos que forman clases o conjuntos, los cuales a su vez condicionan o hacen posible los procesos de sustitución y niveles mas altos de organización de un sistema de orientación relacionado con el conocimiento de una esfera mas grandes de cosas a su correspondiente evaluación.

Sexto. Imitación. El socializado, dentro del marco de la interacción toma unos elementos culturales específicos o unas porciones concretas de conocimientos consistentes en habilidad y conducta simbólica, procedentes de un objeto social. Para Meter Keintz, es un mecanismo operante sin que el educador intente hacer predominar determinada conducta mediante la aplicación de medidas prescriptitas. La importancia de este medio descansa en que se produce ciertas descripciones emocionales o actitudes relativamente duraderas las cuales pueden influir a su vez en el aprendizaje que se realiza de acuerdo con el principio de éxito.

Sétimo. Mutualidad interactiva. Proceso en que el agente socializador y el socializado han establecido un relación reciproca de roles compartiendo o llegando a compartir las mismas pautas de valor. Tal interrelación puede ser específica o difusa, pero no afectivamente neutral, y es uno de los medios importantes de adquisición de estimativas sociales.

BIBLIOGRAFIA

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* UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL
CIENCIAS SOCIALES Y TURISMO