IDENTIDAD es la respuesta que damos a la pregunta “Quien soy yo?”. Es el sentido que cada persona tiene de su lugar en el mundo y el significado que asigna a los demás dentro del contexto más amplio de la vida humana.
La identidad se va construyendo gradual y progresivamente desde el nacimiento, primero como identidad física diferenciada, luego como identidad psicológica y social.
1- La etapa del juego informal: en el cual cada niño asume el rol de una persona por vez y trata de llevar a la práctica la conducta asociada con ese rol (sea de madre, vaquero, maestro, etc.) Es el juego de simulación e imitación de los adultos.
2- La etapa del juego formal: el niño amplía sus perspectivas para abarcar la de muchas personas al mismo tiempo, sometiéndose voluntaria y responsablemente a las reglas de juego. Por ejemplo: jugando al fútbol ha de coordinar su conducta con la del portero, el delantero, el defensa, etc, en un proceso complejo y veloz. Todos los jugadores han de trabajar en equipo por el logro de una meta común. De ahí la importancia de que los niños y jóvenes practiquen deportes de equipo: Les prepara para ínter-depender socialmente por la consecución de metas ciudadanas.
3- La etapa del otro generalizado.: Los individuos amplían aún mas su perspectiva para a fin de abarcar a la comunidad o sociedad en conjunto (digamos que, aprende a jugar en serio el juego de la convivencia y la democracia) ya no adoptan simplemente el punto de vista de personas particulares (la madre, el médico, etc) sino que alcanzan un panorama sintético del funcionamiento cultural de su comunidad y se ven a sí mismos desde la perspectiva del otro generalizado.
a- Autopercepción : es el conjunto de características, cualidades y estados internos que el individuo se atribuye a sí mismo (cómo estoy siendo yo)
b- Autoconcepto: Es la visión general y mas o menos permanente que el individuo tiene de si mismo a lo largo del tiempo. (como soy yo en general). Es tal su poder de influencia que el individuo tiende a percibir solo lo que encaja con su autoconcepto, y a ignorar o desatender lo que no encaja con dicho autoconcepto. (carácter selectivo y personal de la percepción). Es decir, interpretamos la experiencia a través de los filtros de nuestro autoconcepto. Nuestro autoconcepto es el reflejo de la percepción que tengo del concepto que los demás hacen de nosotros, entonces:
c- Autoestima: Es la valoración que un persona hace de sus propios méritos. Se refleja en el grado en que uno se gusta o no se gusta a sí mismo. Posee gran carga emocional. Se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o tontos, nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se juntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos
Porqué son tan importantes?
El autoconcepto y la autoestima juegan un importante papel en la vida de las personas. Los éxitos y los fracasos, la satisfacción de uno mismo, el bienestar psíquico y el conjunto de relaciones sociales llevan su sello. Tener un autoconcepto y una autoestima positivos es de la mayor importancia para la vida personal, profesional y social. El autoconcepto favorece el sentido de la propia identidad, constituye un marco de referencia desde el que interpretar la realidad externa y las propias experiencias, influye en el rendimiento, condiciona las expectativas y la motivación y contribuye a la salud y al equilibrio psíquicos.
1. Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposición colectiva, y se siente lo suficientemente segura como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
2. Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirse culpable cuando a otros le parece mal lo que haya hecho.
3. No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que haya ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
4. Tiene confianza en su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.
5. Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra persona aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
6. Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
7. No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
8. Reconoce y acepta en sí misma una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
9. Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, holgazanear, caminar, estar con amigos, etc.
10. Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a sacar provecho o divertirse a costa de los demás.
A- Autocrítica rigorista y desmesurada que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
B- Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada, herida; echa la culpa de sus fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos pertinaces contra sus críticos.
C- Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
D- Deseo innecesario de complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la benevolencia o buena opinión del peticionario.
E- Perfeccionismo, autoexigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
F- Culpabilidad neurótica ,por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
G- Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca monta, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
H- Tendencias depresivas, un negativismo generalizado (todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo ) y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.